sábado, 21 de noviembre de 2009

50's: El nacimiento del American Way of Life y el rock'n roll como adversario




La Cultura del Automóvil



En la década de los cincuenta, el automóvil marcó una nueva tendencia entre los jóvenes. La velocidad de volvió un símbolo de rebeldía y éste, a su vez, de popularidad. En Estados Unidos, los jóvenes ricos y los "adultos de corazón joven" conducían convertibles deportivos. Las "Tres Grandes" manufacturas de autos General Motors, Fors y Chrysler competían entre ellas para diseñar sus modelos anuales.


Moteles de paso, "gaseteras", lugares de comida rápida, carreteras interestatales, centros comerciales y suburbios; todos resultado de la cultura del automóvil de los cincuenta. La movilidad geográfica y social se hizo cada vez más permisible.





Mientras la economía se expandía, el tamaño de la clase media iba creciendo también. Se comenzó a hablar de consenso y de los valores de la clase media, ambos basados en valores democráticos, en tanto que fue una época de marcado rechazo del comunismo. Se emancipaba la virtud de la American Way. Aunque, el consenso es cuestionable si se toma en cuenta el fuerte racismo hacia los afroamericanos.


Fue la época de los baby boomers, nacidos en la América de Eisenhower: el mundo estaba en paz y la nación estaba en buenas manos. Los adolescentes se preocupaban por lo que realmente importaba: la primera cita, el primer beso, el primer trabajo, la primera opción para ir a la universidad, y si "go all the way" en el asiento trasero de un buen coche.







El incremento de los suburbios


El crecimiento suburbano se aceleró al final de la Segunda Guerra Mundial; tanto que para los sesenta la mitad de la población vivía en los suburbios. Con el fin de la guerra se vino un baby boom y la necesitad por un cambio de vida en casa. Las mujeres se casaban cada vez más jóvenes, y decidían tener grandes familias. Con el crecimiento económico se hizo posible que se obtuvieran casas propias y se incremento el consumismo.


Los afroamericanos, los judíos y otras etnias americanas estaban excluidas.. No tenían posibilidades de consumo y, por ende, Vivian en un alto margen de pobreza y con una baja calidad de vida. Junto con los hispanos, muchos negros abandonaron el Sur para buscar trabajo en los centros urbanos. En las ciudades, eran pocos los trabajos que esperaban por ellos, y los sistemas escolares iban en decadencia, lo cual seguía dificultando sus formas de vida. En los suburbios, la mayoría de los agentes de bienes raíces se rehusaban a mostrarles casas.


Los pocos suburbios de familias hispanas o afroamericanas eran posibles para menos del 5% de dicha población. Sin embargo, eran más pobres, sostenían un estatus muy bajo en sus trabajos y gozaban de menos educación que lo afroamericanos urbanos.



Los suburbios y las ciudades se transforman. Poco a poco se fueron incorporando las grandes casas particulares en las ciudades. La congestión provocada en la carretera por los suburbios estimuló el interés de los gobernantes por buscar soluciones. Eisenhower propuso un plan de 20 años para construir un sistema masivo de carreteras interestatal. En función de los miedos de la Guerra Fría, el presidente argumentó que ese nuevo sistema ayudaría a las ciudades a evacuar en caso de un ataque nuclear. En 1956 el Congreso pasó la Acta de Carretera Interestatal, el cual se convirtió en el proyecto público más largo de la historia.



Las mujeres y la familia


Todas las mujeres están destinadas a casarse, tener hijos, y atender a su marido de la mejor manera posible. Las mujeres maduras solteras son mal vistas por la sociedad, puesto que parece que ningún hombre las quiso cuando eran jóvenes.



Las reglas de la sociedad son sumamente estrictas, pero la doble moral es muy evidente. Las familias nunca han sido perfectas, sin embargo, en esa época se tenía que seguir un modelo de "perfección", por lo que la mujer debía estar siempre en el hogar, sumisa a las condiciones de su esposo. Muchos de los matrimonios de clase media y alta eran planeados de antemano y los cónyuges no se conocían totalmente. Cuando se quebrantaban las reglas del matrimonio, simplemente se adoptaba una postura hipócrita, las cosas se escondían para mantener una imagen positiva ante el resto de la sociedad, lo cual se presupone para muchos de los que todavía están casados con el American Way of Life.



La crítica, la rebelión y el sarcasmo


Intelectuales y críticos sociales se mantenían en contra de una cultura corporativa conformista. Hasta el moderado Eisenhower advirtió sobre la enorme carga de poder en las manos de la milicia, y de las burocracias gubernamentales e industriales. En las franjas de la sociedad americana, los beatnicks rechazaban el conformismo, mientras la rebelión rocanrolera se hacía evidente en las manos de la juventud.


Muchos intelectuales se preocupaban abiertamente sobe los efectos de la cultura de masas: un homogenizado estilo de vida por una enorme cantidad de consumidores, conformidad, y medios de comunicaciòn. Críticos como Wight Macdonald atacaban sarcásticamente la cultura de la clase media suburbana, o Midcult, como le llamó: Reader's Digest, y los dramas de televisión que pretendían ser arte de calidad, pero que en realidad eran una forma simplista de entretenimiento.


Otros críticos se quejaban de las fábricas de conglomerados gigantes que internaban un mundo impersonal, con un complejo de trabajadores mecanizados, y con ejecutivos de clase media que reducían sus metas personales para los procesos y las rutinas de una enorme burocracia. David Riesman, un sociólogo, condenó la conformidad en The Lonely Crow (1950); para él, los trabajadores modernos habían desarrollado una personalidad que no iba conforme a sus convicciones internas, preferían la seguridad al éxito: "Go along to get along".


William Whyte tomó la crítica de Riesman para incorporarla al ámbito de los suburbios en The Organization of Men (1956). El autor encontraba familias sin raices, que iban de pueblo en pueblo por las demandas de las corporaciones. La típica organización del hombre era social, pero no ambiciosa.


Delincuencia Juvenil, Rock and Roll y Rebelión


Los jóvenes americanos fueron los críticos más fuertes de la sociedad. Bailes sugestivos, looks radicales, una jerga extraña, rebelión contra los padres, y precocidad sexual; todos estos comportamientos desafiaban los pensamientos conservadores de la clase media, quienes tacharon a la nueva generación como una nueva ola de delincuentes juveniles. El psicólogo Frederich Werthem hablaba de la "influencia patógena de las revistas cómicas", mientras que otros le echaban la culpa a las películas y a las letras de la cultura popular.


El centro de la nueva cultura adolescente fue el highschool. Muchos jóvenes de clase media se mezclaban y muchas veces adoptaban el estilo de clases más bajas. Muchos administradores de la escuela hablaban de los problemas causados por delincuentes juveniles. Esos usaban jeans y t-shirts, desafiaban a la autoridad, fumaban cigarrillos, de manera parecida al líder de la banda de motociclistas retratado por Marlon Brando en el film The Wild One (1954).




Antes de 1954, la música se dividía en pop, country and western (Roy Rogers y Gene Autry entre los más conocidos), y en rhythm and blues. El último se le atribuye a los negros, pero eventualmente se fue incorporando al mundo de los blancos, cuando cantantes de pop empezaron a grabar canciones de dicho género. Las letras reflejaban el campo pop de la preocupación por el amor juvenil, el matrimonio, y la felicidad, pero la música reflejaba las bases del R&B. Bill Haley, cantante de Country and Western, impactó en 1954 con "Shake, Rattle, and Roll", la primera canción en alcanzar el top ten en las listas de popularidad.


En 1955, con la aparición de Elvys Presley, el rock and roll tomó en sus manos a la juventud blanca. Combinó elemento de gospel, country y de blues, con bailes nunca antes vistos.










The beats













En los vecindarios urbanos y en los colegios se fermentaba una nueva subcultura conocida como la generación beat. Se trataba de una colección de artistas, intelectuales, músicos y estudiantes de clase media que optaban por renegar del marco social común. Hipsters urbanos como John Coltrane o Sonny Rollins eran sus modelos. Ellos leían poesía, escuchaban jazz, exploraban la filosofía oriental, y experimentaban abiertamente con drogas, religiones místicas y sexo.






Los beats se veían a sí mismos como entes apartados de la sociedad, rechazando la cultura de la abundancia, el materialismo y el conformismo.


"I saw the best minds of my generation destroyed by madness, starving hysterical naked" plasmó Allen Gingsberg en su poema Hawl (1955). Jack Kerouac plasmó la energía frenética que escondían los beatnicks en On The Road (1957), una novela basada en sus viajes a travès del país con su amigo Neal Cassidy, se trata de una obra cargada con historias de marihuana, sexo, jazz, y frenesí.


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